

Mi historia y emprendimiento
Soy María Camila Vela, nutricionista y apasionada por el bienestar integral.
Nací en Popayán, Colombia, en 1998, y mi vida siempre ha estado ligada al deporte, la nutrición y el aprendizaje continuo sobre la conexión entre el cuerpo y la mente. Desde pequeña, mis padres me inculcaron el amor por el movimiento, especialmente a través del baile, pero mi relación con mi cuerpo no siempre fue fácil ni saludable.
Cuando era adolescente, mi vida dio un giro drástico tras ser diagnosticada con nefritis por IgA, una enfermedad autoinmune que afectó profundamente mi salud y mi percepción de mí misma. En cuestión de días, mi peso fluctuó de manera extrema, pasando de 92 kg, producto de la retención de líquidos, a 49 kg. Este periodo fue físicamente doloroso y emocionalmente devastador. Mientras atravesaba este proceso, tuve que abandonar temporalmente la educación presencial y adaptarme al homeschool. Cuando volví, enfrenté comentarios que impactaron profundamente mi autoestima, como cuando me llamaban “ardilla” por el efecto de la medicación en mis mejillas. Estas experiencias marcaron el inicio de una etapa difícil, donde el deseo de encajar y cumplir con estándares sociales me llevó a desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (TAC).
A los 15 años, llegué a pesar 50 kg. Aunque me veía delgada, la dismorfia corporal me hacía sentir insatisfecha y atrapada en una lucha constante con mi reflejo. Experimenté conductas autodestructivas: dejaba de comer, botaba alimentos en secreto, entrenaba en exceso, usaba fajas, vomitaba y apenas comía para controlar mi ansiedad. En medio de esta tormenta, mi madre, preocupada, decidió llevarme a una nutricionista, quien, en lugar de ayudarme, reforzó mi miedo y mis inseguridades. Me pesó y me amenazó con internarme si no cumplía con su plan, sin tener en cuenta mi estado emocional ni la sensibilidad que requiere tratar a una persona con un TAC.
Estas experiencias, aunque difíciles, fueron el motor para lo que hoy soy. Aprendí que la sanación comienza desde adentro, no solo con hábitos alimenticios, sino también con el perdón y la reconciliación con mi historia, mi familia y conmigo misma. Este camino me llevó a estudiar Nutrición y Dietética en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, un proceso que no solo me permitió adquirir conocimientos académicos, sino también combinar teoría con mi experiencia de vida.
Hoy, mi misión como nutricionista es mucho más que crear planes alimenticios. Busco impactar vidas desde un enfoque integral, enseñando a las personas a conectar su interior con su exterior, a entender sus cuerpos desde el amor, y a sanar desde la raíz. Sé que los cambios reales no solo se ven en el espejo, sino que se sienten en el alma. Por eso, mi enfoque no está en la perfección, sino en la transformación: física, emocional y mental.
Cada paso en mi vida me ha llevado aquí, para ayudarte a ti a construir una relación sana, sostenible y equilibrada con la comida, el movimiento y, sobre todo, contigo mismo.
